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Mostrando entradas de mayo, 2018

La maquina newtoniana

El sistema del mundo propuesto en los Principia de Isaac Newton llegó a ser aceptado absolutamente, a lo largo de los siglos XVIII y XIX, gracias a tres factores: su divulgación entre el público culto pero no especialista, su fundamentación teórico-filosófica (es el caso de Kant) y su confirmación científica, tanto a nivel empírico como matemático. La validez empírica del sistema quedaría impresionantemente corroborada en astronomía. En 1846 Adams y Leverrier, basándose en ligeras aberraciones de la órbita de Urano, calcularon teóricamente la órbita de un nuevo planeta. Pues si la teoría de la gravitación fallaba en el caso de Urano, la culpa-pensaban- no podía achacarse a la teoría, sino a un hecho todavía oculto. Adams y Leverrier facilitaron sus cálculos al astrónomo alemán Gottfried que enfocó su telescopio al punto designado de antemano, descubriendo, efectivamente, un nuevo planeta: Neptuno. Aquí la teoría –como ya había señalado Kant- iba por delante de la experiencia, haciendo

El miedo en la sociedad postindustrial

Desde Kierkegaard conocemos muy bien la diferencia entre miedo y temor. El temor ante los peligros moviliza las fuerzas vitales para una confrontación activa con el entorno, estimulando a la lucha o la huida. En cambio, experimentamos miedo, más o menos intenso ante la pérdida de la integridad física, en aquellos momentos en que se quedan paralizadas nuestras fuerzas vitales. Así, el miedo no es causa, sino la expresión de una parálisis. En la medida en que la vida es siempre movimiento, el miedo es siempre miedo moral, que no hace sino exarcerbarse cuando a la parálisis de las fuerzas vitales se suma una amenaza aguda. Esto nos explica el caracter universal del miedo y también el hecho de que el inconsciente individual y colectivo hará siempre todo tipo de esfuerzos para evitar este sentimiento. El miedo pertenece a la configuración antropológica del hombre. Siempre se hace visible allí donde amenaza la muerte, la disolución al tiempo que la lucha o la huida aparecen como imposibles o

PRIESTLEY

Priestley nació en 1733 y sufrió a lo largo de toda su vida una cierta tartamudez, Consideraba que su trabajo religioso era más  importante que su trabajo científico. Priestley fue ante todo un ministro unitario y en sus ratos de divertimento se dedicaba a la ciencia. En 1765 entró en contacto con Franklin, también de fuertes creencias religiosas. Ahora bien, fue el ejemplo de Franklin el que lo animó a seguir con sus investigaciones científicas. Priestley se trasladó a Leeds para ejercer su ministerio, y allí se instaló junto a una fábrica de cerveza. De esta forma inició el estudio sistemático de los gases. Priestley empezó a recoger muestras de las tinas de cerveza de las cuales se emitia el gas conocido como “aire fijado” (dióxido de carbono). Observó que si introducía algún ratón, este no tardaba en morir. Si colocaba una llama, esta se apagaba, y al pesarlo, era más pesado que el aire. Entonces Priestley consiguió una muestra más pura del “aire fijado”. ¿Cómo lo consiguió? Añadi

El gato de Schrödinger

¿Dónde está una partícula cuando está dentro de una caja? En física clásica la respuesta es muy clara, ya que la solución nos da la posición en función del tiempo. Sin embargo la respuesta de la mecánica cuántica es bastante complicada. En mecánica cuántica, lo que podemos saber es la probabilidad de encontrar una partícula en un punto. Uno puede decir que una partícula está en algún punto de la caja, pero la teoría cuántica requiere que si se conoce la energía de una partícula en una caja, debe abandonarse la idea de averiguar su posición con mayor precisión que la que nos da el concepto de probabilidad descrito en la fórmula. Esta naturaleza probabilística fue desvelada en una serie de experimentos imaginarios propuestos por Albert Einstein y Niels Bohr, entre otros, durante el desarrollo de la teoría cuántica. Un experimento imaginario es la descripción de un experimento que en principio podría ser realizado y que desvela la diferencia entre el estado de un sistema tratado clásica

El ensueño

Estas formaciones complejas de la imaginación tiene todas un carácter común: que nos apartan de la realidad cotidiana; ya sea de una manera voluntaria y consciente (ensueños), ya de una manera involuntaria e inconsciente (sueño). El ensueño (“soñar despierto”) es una actividad de la imaginación en la que (imaginativamente) colmamos nuestos deseos insatisfechos. El niño del equipo de un colegio, se ve como delantero centro de la selección nacional, etc. Los ensueños ocupan gran parte del tiempo durante la infancia, correspondiendo a un período en que realidad y fantasía se hallan aún mezcladas, y en que -por otra parte- las potencialidades del niño están estrictamente limitadas, tanto por su propia constitución psicofísica como por la falta de recursos y por la sujeción a la disciplina familiar. Tienen un sentido positivo en cuanto representan al niño nuevas posibilidades y enriquecen su mundo. Por el contrario, en el adulto, debido a su mayor diferenciación del mundo circundante

La luz

Los antiguos pensaban que la luz se desplaza instantáneamente. Desde luego, nuestros sentidos lo creen así. sin embargo, el danés Olaf Romer logró, en 1672, medir por primera vez la velocidad de la luz, atendiendo a la diferencia de posición orbital de los satélites de Júpiter cuando son eclipsados por este planeta. Romer obtuvo un valor de 225.000 km/s. hoy sabemos que la luz se desplaza en el vacío a 299.792,7 km/s, disminuyendo su velocidad según la densidad del medio que atraviesa. También desde 1666 realizaba Newton experimentos para dilucidar la estructura de la luz; sus resultados (la teoría corpuscular) serían expuestos en la Optica de 1704. Fiel a su atomismo, Newton postulaba una estructura discontinua, emitida por los objetos luminosos. Durante un siglo se admitiría esta teoría, que explicaba hechos tan evidentes como la propagación en línea recta, la reflexión y la refracción. Sin embargo, quedaban bastantes puntos oscuros: fenómenos que hoy conocemos como distinta refran