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Mostrando entradas de diciembre, 2018

El paradigma keynesiano

El punto de partida de la concepción keynesiana de la política económica, dominante desde la Segunda Guerra Mundial hasta la década de los setenta, fue la crisis de los años treinta. La crisis de los años treinta fue una crisis de escasez de demanda agregada (la demanda agregada es la suma de las demandas de los bienes de consumo, de inversión y de exportación, menos la demanda de importación). Ante aquella crisis se planteó algo que entonces era revolucionario; primero fue presentado de una manera precientífica por Roosevelt, con la política norteamericana del New Deal; y luego fue desarrollado y explicado por Keynes en su famosa Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero (1936). La idea básica consiste en provocar un aumento de la demanda agregada, mediante la manipulación de aquellas partes de la misma más controladas por el Estado (por ejemplo, el gasto público); se podría lograr de esta forma que la oferta y la producción respondiesen a ese tirón desde los sectores pr

La filosofía analítica

“Las teorías tradicionales del interés sostienen que los juicios morales son descriptivos del estdo real de los intereses, que se limitan a ofrecer información acerca de intereses. (Más exactamente, se afirma que los juicios morales describen cuál es, era o será el estado de los intereses, o bien, indican cuál sería el estado de los intereses bajo determinadas circunstancias). Esta insistencia en la descripción, en la información, es lo que acarrea que tales teorías posean un relevancia incompleta. Sin duda, siempre hay algún elemento de descripción en los juicios morales, pero esto no es todo, en absoluto. Su uso fundamental no es para indicar hechos, sino para influir. En lugar de limitarse a describir los intereses de la gente, los transforman o intensifican. Recomiendan el interés por un objeto, mas que establecer que tal interés existe ya……. Otro ejemplo: un fabricante de armas declara que la guerra es algo bueno. Si pretendiera decir únicamente que él la aprueba, ni insistiría c

John Becher

Uno de los procesos químicos que más interrogantes suscitaron durante muchos siglo fue el de la combustión. Muchos filósofos sugirieron que las sustancias inflamables contenían el fuego. Este se manifestaba bajo determinadas circunstancias, especialmente cuando sobre dichas sustancias incidía el calor, una chispa o algunos rayos. Cuando ocurría esto aparecían las llamas. Cuando los alquimistas transformaron los cuatro elementos en tres (mercurio, azufre, sal) el azufre se convirtió en el elemento combustible. No fue hasta el siglo XVII cuando se introdujo una nueva explicación. John Becher fue el que introdujo dicha nueva explicación. Nació en 1635 en Alemania, y a los trece años empezó a deambular por diversas ciudades en busca de fortuna. Sus conocimientos eran elementales, pero daba la impresión de que era un personaje con mucho conocimiento. A los 26 años entró en la corte del elector de Mainz como un experto. Posteriormente se casó con una mujer de gran fortuna. Su suegro le otor