Los sumerios
Los sumerios no fueron los primeros habitantes de Mesopotamia. Ahora bien, la importancia que tuvieron hace que con ellos empiece la Historia de la humanidad. ¿Quienes eran? Los propios sumerios se dieron el nombre de los cabezas negras (sag-gig-ga). ¿Cuál era su organización social? Una vez llegados a Mesopotamia se organizaron en comunidades urbanas caracterizadas por su autonomía política y su autarquía económica. Parece que las primeras organizaciones tenían un jefe religioso de la comunidad llamado en (señor).
Posteriormente al lado del en (señor) apareció otro personaje importante, el lugal (rey) que poseía la máxima autoridad civil. Entre estos personajes surgió pronto el enfrentamiento para disputarse la jerarquía. Esta dicotomía templo-palacio hizo crisis en época de Mesilim de Kish (2550 a.c) momento en que el palacio cobró importancia, y el templo quedó subordinado a él.
Con el Acadio Sargon I y su dinastía, Mesopotamia conoció por primera vez en su historia la autoridad de un único rey que concentraba en su persona la totalidad de los poderes, respaldado por un fuerte ejército. Los reyes acadios organizaron su Imperio bajo la premisa de tres ideas: universalismo, militarismo y centralismo administrativo. Fue la figura del rey la que posibilitó todo el proceso imperial, proceso que llegó a su máximo esplendor cuando se pudo divinizar al rey en vida. Por otro lado, los reyes acadios delegaron sus poderes en los ensi (principes) vencidos, que tras jurar obediencia, conservaron sus ciudades, donde ejercían de gobernadores. El imperio exigía una compleja maquinaria burocrática, cuyo objetivo era controlar a las ciudades y los territorios.
Durante la época neosumeria se volvió al antiguo concepto de ciudad-templo, y los reyes de Ur serían los únicos lugal legítimos, considerándose también reyes de las cuatro regiones, en un marcado deseo universalista. En cada provincia se hallaba un ensi o gobernador con funciones civiles y judiciales y un comandante militar. Ambos cargos podían ser intercambiables. Cada cierto periodo de tiempo, y mediante turnos, estos ensi debían pagar un tributo en especie, generalmente cabezas de ganado. Por otro lado, la maquinaria administrativa de los templos, descansaba en el administrador y el perfecto ambos del mismo rango.
En los primeros tiempos, dado el caracter de autosubsistencia de las ciudades-templo y ciudades-Estado, la gran masa de la población sumeria y semita aparece muy diluida gajo el control de los en, lugal y ensi. Sus trabajos básicamente eran agrícolas y artesanales controlados por el templo.
El palacio, con sus funcionarios y personal, aparece también como una entidad muy similar al templo, cuando no confundida con él en los primeros tiempos.
Existieron tres grupos sociales: los hombres libres, semilibres y esclavos. A los primeros pertenecían el grupo de los dirigentes, los sacerdotes y funcionarios así como una gran masa de trabajadores, sin más beneficio que el poder de su trabajo. La segunda clase social estaba formada por aquellas personas que se veían obligadas a acudir a la llamada del lugal, sin poderse sustraer a la misma. Por último, nos encontramos con los esclavos cuyo número es muy dificil de evaluar, y desempeñaban el mismo trabajo que los hombres libres
La economía sumeria se controló primeramente desde los templos y luego desde el palacio. Desde el templo los en plafificaban toda la activida económica: regadíos, repartos de tierra, raciones alimentarias, artesanado, comercio, tributos, impuestos, en base a la creencia de que los dioses eran los propietarios absolutos de bienes y personas. Posteriormente, los reyes de Akkad siguieron controlando en sus manos toda la economía, dado el centralismo político de su Imperio. Sus numerosas campañas militares fueron casi siempre en su mayoría expediciones de pillaje destinadas a asegurar a Mesopotamia las materias primas de las que carecía. Estos reyes se convirtieron en grandes propietarios y las tierras que no lograban por conquista, las compraban. Luego, las tierras las entregaban a funcionarios y oficiales militares.
Las ciudades continuaban con el antiguo sistema de autosuficienca que se completaba con los productos y botines logrados en las campañas militares y con los aportes que les llegaban de reparto de los tributos.
Dadas las condiciones naturales y el sistema hidráulico establecido, la principal actividad económica de los sumerios fue la agricultura, controlada durante tiempo por los templos, dueños de grandes latifundios.
La ganaderia también jugó un importante papel económico, destacando la cría de ovinos y bovinos, de los cuales, además de su carne, se obtenían productos secundarios. El asno fue empleado en diferentes trabajos agrícolas de tracción y montura, ya que todavía desconocían el caballo y el camello. Al mismo tiempo, alcanzó mucha importancia la granja de animales. Junto a ello los productos artesanales contribuyeron eficazmente a la economía sumeria.
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