Heráclito
Desde Academia Cruellas vamos a diseccionar la vida y obra de Heráclito.
Heráclito vivió entre los siglos VI y V a.C. en Éfeso. Era desdeñoso y huraño. No quería participar en la vida pública. Escribió un libro titulado Sobre la naturaleza, del cual nos han llegado algunos frgamentos. Estos fragmentos son bastante obscuros, es como si hablara un oráculo. Por esto fue llamado Heráclito el obscuro.
Los milesios habían llegado a la idea del dinamismo universal de las cosas, es decir, estas nacen, crecen y mueren. También aplicaban este concepto al mundo. Además consideraban que el dinamismo era una característica esencial del principio que genera, rige y reabsorbe todas las cosas. Ahora bien, no lo habían conceptualizado correctamente, y esto es lo que llevó a cabo Heráclito. “Todo se mueve”, “todo fluye”, nada permanece inmóvil y fijo, todo cambia y se modifica sin ningún tipo de excepción. Es famoso el siguiente párrafo de Heráclito:”No podemos bañarnos dos veces en el mismo río y no se puede tocar dos veces una substancia mortal en el mismo estado, sino que a causa de la impetuosidad y la velocidad de la mutación, se dispersa y se recoge, viene y va”.
Fijaro que en estos párrafos el río es siempre el mismo, mientras que la realidad está constituida por agua cada vez nueva que llega y se va. Por eso, no se puede bajar dos veces seguidas por la misma agua del río, porque cuando se baja por segunda vez es otra agua la que ha llegado al río. Pero, y esto es importante, porque nosotros también hemos cambiado, y cuando entramos en el río somos diferentes de lo que éramos antes de entrar en el rio. Por eso Heráclito afirma que entramos y no entramos en el mismo río.
Este es el aspecto más conocido de la obra de Heráclito, y algunos discípulos lo llevaron al límite. Este es el caso de Cratilo, que reprochó a Heráclito que era demasiado flexible. Para Cratilo, no sólo no podemos bañarnos dos veces seguidas en el mismo río, sino que no podemos bañarnos ni siquiera una vez en el mismo río debido a la velocidad de la corriente.
Fijaros que Heráclito plantea el devenir. ¿Qué es el devenir? Es un continuo pasar desde un contrario al otro; lo frío se calienta, lo caliente se enfría, lo que está húmedo se seca, y lo que está seco se humedece. La persona joven envejece, lo vivo muere, pero de lo que está muerto surge otra vida joven y así eternamente. Fijaros que plantea una guerra entre los contrarios que se van alternando. Por eso las cosas adquieren su propia realidad en el devenir. Este fluir de las cosas y este devenir universal se manifiestan como una armonía de contrarios, es decir, como una pacificación entre enemigos y una conciliación entre contendientes. ¿Dónde coinciden estos opuestos? En la armonía. “El camino que sube y el camino que baja son un único y mismo camino”;”la misma cosa son el viviente y el muerto, el despierto y el durmiente”.
Esta armonía y esta unidad de los opuestos es el principio y, por lo tanto, Dios y los divino:”El Dios es día y noche, es invierno-verano, es guerra y paz, es saciedad y hambre”.
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