La Ilustración
Desde Academia Cruellas analizamos hoy la Ilustración. El proyecto de la Ilustración podría quedar recogido en la idea de una ciencia del hombre y en el ejercicio de una razón autónoma y secularizada. El pensamiento ilustrado creyó que sobre estas bases se daría un continuo progreso en el desarrollo y realización de la naturaleza racional del hombre. El marco de este progreso lo constituye la sociedad y la historia.
Contra este optimismo en el progreso, se levanta la dura realidad del mal, que venía también a poner en entredicho la bondad y providencia de Dios. El deísmo intentó solucionar la responsabilidad de Dios con respecto al mal. Por otro lado, el naturalismo de la razón y la bondad de la naturaleza humana hacen difícil la explicación del mal, como hacía innecesaria la gracia divina, pues es el mismo hombre, y no Dios, quien ha de proporcionarse la salvación, y no en un más allá, sino en el más acá de la sociedad y de la historia.
De todo lo dicho sigue que el problema de la sociedad adquiere mucha importancia, y sobre todo, en la medida en que en la sociedad y en la historia confluyen los temas no resueltos, buscando en la sociedad su solución y recibiendo al mismo tiempo que la sociedad esos temas su nueva configuración. Así, la sociedad viene a ser el ámbito a donde es traspuesto el problema de la teodicea (el intento de justificación de Dios con respecto al problema del mal) y el origen del mal; pero también sólo en la sociedad puede puede encontrarse y alcanzarse la solución al mal moral.
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