Ludwing Wittgenstein
En la sección pequeñas biografías nos centramos hoy en la figura de Ludwing Wittgenstein. Austríaco, nacido en 1889, es, a la vez, el filósofo de mayor influencia y de más extraña personalidad del siglo XX. Dedicado originalmente a la ingeniería, a los veintitrés años cambió ésta por la filosofía y la lógica, bajo la influencia y dirección de B.Russell. Su temperamento era irritable, nervioso y depresivo (a menudo pensaba en la posibilidad de suicidarse). Difícil para la convivencia social y con escasa estima por la bondad y cualidades del ser humano, sintió a menudo la necesidad de aislarse de la gente (por dos veces se marchó a Noruega para vivir completamente solo: en 1913 hasta el comienzo de la primera Guerra, y en 1936; en 1947 se retiró definitivamente a vivir en completa soledad, renunciando a su cátedra de Cambridge. Dotado de sensibilidad artística y musical, siempre fue austero y generoso (en 1914, al heredar, entregó una notable suma de dinero para socorrer a poetas y artistas pobres: de este dinero se benefició el poeta Rilke, entre otros). Participó en ambas guerras mundiales, en la primera como soldado voluntario, siendo apresado por los italianos, y en la segunda, como enfermero.
Su primer contacto con Russell y su dedicación a la lógica y las matemáticas (1912) produjo en Wittgenstein una profunda excitación. Desde entonces surgieron y se desarrollaron sus reflexiones que cristalizarían en el Tractatus logico-philosophicus. Esta obra fue redactada en campaña, durante la primera guerra mundial y terminada en 1918, poco antes de caer prisionero de los italianos. Concluida la guerra, Wittgenstein decidió no dedicarse más a la filosofía y se hizo maestro de escuela, permaneciendo en este empleo desde 1920 a 1926. Tres años más tarde, sin embargo, volvió a Cambridge, donde permaneció como profesor hasta 1947, con las interrupciones mencionadas de su aislamiento en Noruega (1936) y su colaboración como enfermero en la segunda guerra (1941-44). A partir de esta fecha se sintió cada vez más a disgusto en la enseñanza y en la vida académica, reniunciando a su cátedra en 1947. A los últimos años de su vida corresponden las Investigaciones filosóficas. Murió de cáncer en 1951 y sus últimas palabras fueron :”Decidles que mi vida ha sido maravillosa”.
Comentarios
Publicar un comentario