La Filosofía y el desarrollo de la ciencia
Buenos días desde Academia Cruellas, en Fraga. Hoy vamos a ver como la filosofía sirvió de trampolín para que la ciencia pudiera despegar.
En general podemos decir que la filosofía rencentista vive de espaladas a la actividad científica de su época. Esto es especialmente notorio en el caso de los filósofos humanistas. Éstos se vuelven a los grandes sistemas filosóficos griegos (Platonismo, Aristotelismo, Estoicismo, Epicureísmo), para buscar en ellos la fuente de inspiración de sus concepciones de la naturaleza y el hombre. Los filósofos humanistas adoptaron, por lo general, una actitud de menosprecio, cuando no de abierta hostilidad, hacia la investigación empírica, hacia la experimentación. En este divorcio existente entre Humanismo y Ciencia tiene su origen la separación entre estudios científicos y estudios humanísticos, entre Ciencias y Letras, juntamente con la poco razonable inclusión de la Filosofía entre estas últimas.
La desvinculación de la Filosofía respecto de la actividad científica que culminará en la constitución de la ciencia moderna no es una característica exclusiva de los filósofos humanistas, sino un rasgo generalizado entre los filósofos de este período histórico. Puede considerarse como excepción el caso de Giordano Bruno, cuya vida transcurre en la segunda mitad del siglo XVI. Bruno -que afirmó la infinitud del Universo- conoció la obra de Copérnico, cuya teoría heliocéntrica favorecía la idea de que el Universo es de dimensiones enormes, frente a las dimensiones reducidas que concedía al mismo el geocentrismo. En cuanto a Nicolás de Cusa, el otro filósofo notable de este período en cuyo pensamiento juega un papel central la idea de Infinitud, nada tiene que ver con la ciencia moderna, a pesar de su afición e interés por las matemáticas: su vida transcurre en la primera mitad del siglo XV y, por tanto, muere casi cien años antes de que Copérnico publique su obra.
El último filósofo que analizamos es Bacon. Bacon es un hombre preocupado por la ciencia: combate el aristotelismo de la época en lo que éste tiene de actitud anticientífica y opuesta a la experimentación, defendiendo la inducción como método cinetífico. Sin embargo, y a pesar de su defensa del método experimental, Bacon se basa aún en el concepto aristotélico de ciencia, y su método inductivo poco tiene que ver con el método científico utilizado por Galileo y la ciencia moderna.
La Ciencia Moderna -que se asienta definitivamente en el siglo XVII y que influye de modo directo en el surgimiento de la Filosofía Moderna con Descartes- no surgió de la noche a la mañana, sino que fue la culminación de un lento proceso inagurado al final de la Edad Media. Juntamente con las necesidades y exigencias de tipo técnico, caben señalar dos factores de tipo filosófico cultural que favorecieron su desarrollo. Por un lado, el impulso dado a la observación y experimentación por los filósofos y científicos nominalistas a partir del siglo XIV. Por otra parte, el descubrimiento genuinamente renacentista de los científicos griegos, especialmente del Pitagorismo y de Arquímedes. El descubrimiento de la tradición pitagórica impulsó nuevamente la idea de que el Universo posee estructura y ordenación matemática y, por tanto, las leyes que rigen los fenómenos naturales son formulables matemáticamente.
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