Academia Cruellas

En Academia Cruellas llevamos planteando diseños creativos para  la educación. Para ello tenemos que abordar los problemas como desafios. Los pasos por los cuáles tendríamos que transitar serían los siguientes: Hacer una lista de posibles temáticas. Hacer una lista de todos los problemas que hayan notado, o bien de cosas que no hayan funcionado. Formular el problema . Reescribir los enunciados del problema. Hacerlo simple . Describir el desafío a llevar a cabo de forma simple. Eso si, tiene que ser lo suficientemente amplio como para descubrir áreas de valor inesperado, y también lo suficientemente acotado para que pueda ser manejable. Encontrar los objetivos finales . Definir las metas que queremos encontrar. Ser honestos y realistas. Definir los indicadores de éxito . Establecer límites Todos estos pasos son el punto de partida en todo proceso de diseño. Ahora bien, no son los únicos. La clave la tenemos en la formulación adecuada del problema .

Buenos días desde Academia Cruellas. Hoy nuestro foco de atención son los fuegos pirotécnicos. Un proceso pirotécnico es, fundamentalmente, una combustión. Sin embargo, mientras que en las combustiones ordinarias el oxígeno procede del aire, en las mezclas pirotécnicas forma parte de los reactivos. De esta forma, el calor liberado queda mucho más confinado y se alcanzan temperaturas más altas. Las mezclas pirotécnicas están formadas, básicamente, por una fuente de oxígeno (el oxidan) y un combustible (el agente reductor). Cuando ambos se combinan, se produce una reacción de transferencia de electrones (redox). El combustible utilizado para producir destellos de luz blanca suele ser un metal reactivo: por ejemplo, magnesio. Las partículas sólidas del óxido metálico, formadas en la oxidación del combustible, alcanzan temperaturas superiores a 3000 ºC. Entre los oxidables más utilizados figuran el clorato y perclorato de potasio. Los compuestos pirotécnicos emiten luz gracias a tres