CREATIVIDAD EN SECUNDARIA
Buenos días desde Academia Cruellas, en Fraga. Hoy vamos abordar la creatividad en educación secundaria.
Uno de los problemas con que nos encontramos en secundaria es que los profesores seguimos un patrón academicista. ¿Qué significa? Estamos centrados exclusivamente en los contenidos. ¿Quién se pasa más tiempo hablando en clase, los alumnos o el profesor? La respuesta es evidente, si dejamos de lado los problemas disciplinarios. ¿A qué nos lleva todo esto? A que los alumnos consideren los institutos de educación secundaria, no como centros donde crecer personalmente sino como lugares represivos.
Nuestros sistema educativo nos empuja a relegar el aprendizaje por intuición y por creatividad a un segundo plano. Por ello, estamos privando a los ciudadanos del futuro de un poderoso instrumento para explorar y construir el mundo.
Si observamos a los niños vemos que éstos no tienen miedo a equivocarse, se arriesgan. Ahora bien, estos mismos niños llegan a la educación secundaria y ya no quieren hablar, ya no quieren arriesgarse, no quieren equivocarse. Ahora bien, la cuestión fundamental es que si no estamos dispuestos a equivocarnos, nunca llegaremos a nada original.
Es cierto que es necesario volver a la política del esfuerzo y la dignificación a través del trabajo, pero no es menos cierto, que esto no es lo fundamental. Necesitamos cambiar urgentemente nuestro sistema educativo hacia parámetros creativos. Si volvemos a un sistema donde los alumnos aprenden pero no piensan, no se esfuerzan por crear su propio conocimiento ¿qué futuro nos espera?
Por último, es importante aprender conocimientos, ahora bien, tenemos que darles herramientas para que puedan enfrentarse a este mundo cambiante. Y todo ello, lo conseguimos con la creatividad.
Uno de los problemas con que nos encontramos en secundaria es que los profesores seguimos un patrón academicista. ¿Qué significa? Estamos centrados exclusivamente en los contenidos. ¿Quién se pasa más tiempo hablando en clase, los alumnos o el profesor? La respuesta es evidente, si dejamos de lado los problemas disciplinarios. ¿A qué nos lleva todo esto? A que los alumnos consideren los institutos de educación secundaria, no como centros donde crecer personalmente sino como lugares represivos.
Nuestros sistema educativo nos empuja a relegar el aprendizaje por intuición y por creatividad a un segundo plano. Por ello, estamos privando a los ciudadanos del futuro de un poderoso instrumento para explorar y construir el mundo.
Si observamos a los niños vemos que éstos no tienen miedo a equivocarse, se arriesgan. Ahora bien, estos mismos niños llegan a la educación secundaria y ya no quieren hablar, ya no quieren arriesgarse, no quieren equivocarse. Ahora bien, la cuestión fundamental es que si no estamos dispuestos a equivocarnos, nunca llegaremos a nada original.
Es cierto que es necesario volver a la política del esfuerzo y la dignificación a través del trabajo, pero no es menos cierto, que esto no es lo fundamental. Necesitamos cambiar urgentemente nuestro sistema educativo hacia parámetros creativos. Si volvemos a un sistema donde los alumnos aprenden pero no piensan, no se esfuerzan por crear su propio conocimiento ¿qué futuro nos espera?
Por último, es importante aprender conocimientos, ahora bien, tenemos que darles herramientas para que puedan enfrentarse a este mundo cambiante. Y todo ello, lo conseguimos con la creatividad.
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