QUÍMICA: UN DIAMANTE NO ES PARA "SIEMPRE"
El carbono puro puede presentarse en dos formas cristalinas diferentes: el diamante y el grafito. La disposición de los átomos de carbono en uno y en otro es completamente diferente. Por esta razón, el diamante presenta propiedades muy distintas a las del grafito.
A temperatura y presión ambiental, la transformación de diamante en grafito es un proceso espontáneo, ya que entraña una disminución de la energía libre de Gibbs. Por lo tanto, debemos esperar que los transparentes y brillantes diamantes acaben, con el tiempo, en negro y opaco grafito. Afortunadamente, esta reacción, tan indeseable para los propietarios de diamantes, es extremadamente lenta, ya que implica la migración de átomos que poseen muy poca movilidad por encontrarse rígidamente enlazados.
La cinética de la transformación de un diamante en grafito es tan lenta que pueden transcurrir "miles de años" sin que ocurra ningún cambio apreciable. Gracias a la lentitud de la reacción, los que poseen diamantes no deben temer que se les desintegren en grafito: ¡la vida humana es mucho más fugaz que la de los diamantes!
La cinética química salva a los joyeros de las serias amenazas de la termodinámica.
A temperatura y presión ambiental, la transformación de diamante en grafito es un proceso espontáneo, ya que entraña una disminución de la energía libre de Gibbs. Por lo tanto, debemos esperar que los transparentes y brillantes diamantes acaben, con el tiempo, en negro y opaco grafito. Afortunadamente, esta reacción, tan indeseable para los propietarios de diamantes, es extremadamente lenta, ya que implica la migración de átomos que poseen muy poca movilidad por encontrarse rígidamente enlazados.
La cinética de la transformación de un diamante en grafito es tan lenta que pueden transcurrir "miles de años" sin que ocurra ningún cambio apreciable. Gracias a la lentitud de la reacción, los que poseen diamantes no deben temer que se les desintegren en grafito: ¡la vida humana es mucho más fugaz que la de los diamantes!
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