La explicación aristotélica del movimiento de los proyectiles es poco convincente y fue de hecho criticada ya en la Antigüedad. Recogiendo estas críticas, los nominalistas de París –entre los que figuraba Juan Buridano- abandonaron la explicación aristotélica, considerando que no es necesario que la causa motriz sea exterior al móvil. Según Buridiano, el movimiento del proyectil continúa porque la causa motriz (la mano) imprime al móvil un impulso o ímpetu (ímpetus) que, a su vez, actúa como causa manteniendo al proyectil en movimiento. La importancia histórica de esta teoría, nominalista es notable. Galileo la aceptó en sus obras de juventud. En general, significa el primer enfrentamiento claro, aunque solamente parcial, a la física de Aristóteles y, en este sentido, constituye un primer paso hacia la ciencia moderna. Sin embargo, no se debe exagerar su importancia, como a menudo se hace. A menudo se dice exageradamente que en la teoría del ímpetus está implícito el principio de iner...
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