Relaciones Europa-América en el XIX
La expansión europea desde el punto de vista demográfico y económico se produjo en América del Sur. La influencia demográfica fue importante en Argentina y Brasil. Desde mediados del siglo XIX, Argentina concedía los mismos derechos a los inmigrantes que a los originarios del país, y seguía con su consigna de gobernar es poblar. A finales de siglo, los inmigrantes representaban cerca del 30 por ciento de la población. Fueron los países mediterráneos los que nutrieron estas olas de inmigrantes, sobre todo Italia y España, y ya muy lejanos en cuanto a las cifran se situaban los franceses y los rusos. Los que llegaban a Argentina eran sobre todo jornaleros, campesinos, gente sin oficio, y la inmensa mayoría analfabetos, pero esta mano de obra era la que permitía la colonización agrícola en las llanuras de la Pampa.
En Brasil la aportación demográfica europea fue menor que en Argentina, pues solamente algunas regiones meridionales presentaban las características para atraer a los inmigrantes. Los inmigrantes suministraron la mano de obra para las plantaciones de café. Estos inmigrantes eran españoles, italianos y portugueses.
La influencia financiera de Europa era predominante en casi todos los estados americanos y los ingleses ocupaban el primer lugar, pero posteriormente también adquirieron importancia los capitales franceses, alemanes y belgas. Gracias a dichos capitales se pudieron establecer los medios de comunicación así como desarrollar explotaciones mineras más modernas e incluso crear grandes empresas agrícolas.
Esta afluencia de capitales junto con la llegada de técnicos europeos tuvo un papel decisivo en el desarrollo económico. Por ejemplo, en Argentina, los ferrocarriles estaban explotados todos por empresas privadas, eran las compañías inglesas las que obtuvieron la concesión de los cinco sextos de la red, incluidas las líneas de mayor importancia. Estas empresas importaban de Gran Bretaña el material y el carbón, además de emplear en la dirección de dichas líneas a técnicos ingleses. La situación era parecida en Uruguay, Paraguay y Brasil.
Chile fue el único país que quiso conservar los ferrocarriles bajo su control, y a pesar de ello hubo varias excepciones.
En lo referente a la explotación de recursos mineros, los europeos también tenían una participación importante. Básicamente dirigieron su mirada hacia Chile, Venezuela, Perú y Colombia. En Bolivia, donde la producción de oro y plata se encontraba en decadencia, surgieron el cobre y el estaño, gracias al capital aportado por compañías inglesas, francesas y suizas. En Colombia predominaban las compañías alemanas.
En el campo agrícola, la producción del café de Brasil estaba en manos de sociedades inglesas y alguna alemana.
Todo esto se reflejaba en las relaciones comerciales entre América y Europa ya que Gran Bretaña recibía importaciones de cereales y carne de Argentina.
Sólo en el campo de las industrias textiles y metalúrgicas la influencia de Europa fue tenue. La explicación que podemos dar es la siguiente: ¿por qué ayudar a aquellos países a liberarse de las importaciones europeas? Hubo pequeños intentos locales de establecer industrias autóctonas, pero los productos locales no podían competir con los productos europeos. Por ejemplo, Argentina representaba para Gran Bretaña un mercado comparable al de Canadá.
Como observamos, España perdió toda su influencia desde el punto de vista económico, ahora bien, conservó influencia desde el punto de vista intelectual. Pasado el rechazo a todo lo español, muchos intelectuales consideraron que ya era el momento de reanudar las relaciones con la antigua Madre Patria. Ahora bien, fue la cultura francesa, su lengua y su pensamiento el que experimentó una mayor difusión.
La influencia intelectual alemana se hizo notar a partir de 1885, y fue en Chile donde obtuvo un mayor éxito ya que trazó el programa y los métodos de estudio para formar a los nuevos docentes. En cambio, Gran Bretaña, ocupó desde el punto de vista intelectual un papel secundario.
Comentarios
Publicar un comentario